Cuando se acaba no puedes ni creértelo, y te quedas
quieta,justo ahí, totalmente inmóvil esperando que algo suceda, pero no lo
hace. Esperas, qué sé yo, una tormenta que lo inunde todo y te ahogue,un
relámpago que te fría por completo, un
tornado que te arrastre, lo que sea, pero que te devuelva a la realidad, que te
despierte. Pero ya estás despierta y nada sucede, sólo sigues ahí, paralizada
por algo que no es miedo, ni desesperación pero tiene el mismo regusto y
provoca el mismo agujero en el pecho que poco a poco crece hasta ser toda tú.
Cuando se acaba, porque tenía que acabar aunque te duela, no hay nada frente a ti. Y sigues sin creertelo, no puedes creertelo, no quieres creertelo. Lo tienes todo, pero no ves nada, no quieres nada. NADA, aunque lo sientas todo.
Cuando se acaba, porque tenía que acabar aunque te duela, no hay nada frente a ti. Y sigues sin creertelo, no puedes creertelo, no quieres creertelo. Lo tienes todo, pero no ves nada, no quieres nada. NADA, aunque lo sientas todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario