Me fumé el sentido del ridículo, me esnifé la vergüenza, me tome un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿¡qué coño
importaba ya todo!? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, así que cogí la jeringuilla, y me inyecté por vena algo llamado felicidad.
miércoles, 25 de mayo de 2011
La quiero joder!
& que hago ahora si mi mejor amiga,la unica persona que me levanta cuando me caigo esta tan hundida, o incluso mas hundida que yo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario