Me fumé el sentido del ridículo, me esnifé la vergüenza, me tome un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿¡qué coño
importaba ya todo!? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, así que cogí la jeringuilla, y me inyecté por vena algo llamado felicidad.
martes, 24 de mayo de 2011
Sinotegusta Tejodes.
¿Sabes que te digo? Que yo, soy así, y si no te gustaTE JODES
No hay comentarios:
Publicar un comentario