Me fumé el sentido del ridículo, me esnifé la vergüenza, me tome un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿¡qué coño
importaba ya todo!? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, así que cogí la jeringuilla, y me inyecté por vena algo llamado felicidad.
viernes, 10 de junio de 2011
Las cosas solo ocurren una vez en la vida.#
De repente ocurre, algo se acciona y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar y ahí es cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez.
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