Me fumé el sentido del ridículo, me esnifé la vergüenza, me tome un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿¡qué coño
importaba ya todo!? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, así que cogí la jeringuilla, y me inyecté por vena algo llamado felicidad.
miércoles, 29 de junio de 2011
Y lo mejor es dejarlo aqui y olvidarte hoy.
Y lo mejor es dejarlo aqui y olvidarte hoy, no me pidas nada, que nada te doy, que no que no que no que no me valen tus lagrimas, no me das pena, y lo mejor es dejarlo aqui y olvidarte hoy.
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